“Hazel” se inicia con la inspiración de crear una canción que encapsule la esencia del otoño. Desde sus primeros acordes, la melodía se sumerge en una atmósfera cálida y melancólica, evocando la nostalgia característica de esta estación. La composición no solo se limita a ser una pieza musical, sino que se convierte en una narrativa íntima. A medida que se despliegan las notas, el oyente es transportado a un mundo de emociones crudas y sinceras.
La letra revela la historia de alguien que se siente abrumado por la fascinación inicial de conocer a otra persona, capturando la vulnerabilidad de esos momentos. En conjunto, “Hazel” logra no solo sonar como el otoño, sino también transmitir la complejidad de las conexiones humanas en su forma más pura.