A los 2:41, el corazón de la canción suena más fuerte: el ritmo sube de tono, el coro se vuelve más apasionado y, entre la batería, se asoman unos riffs que sobrellevan la magia del tema, envolviéndote hasta el último minuto. Todo comienza a cerrar con unos golpecitos suaves de batería que parecen latidos, nos deja en la mente una sensación de nostalgia y cariño. Si solo quieres mirar el cielo y sentir. ¡No la dejes pasar!
Lilly Flower y su single "American Sweetheart", una dulzura musical que debes probar.