Morningless nos regala otra de canción con esa vibra reflexiva que ya es como su marca personal y que nos encanta escuchar. Su sonido, como también ya es costumbre, se mantiene diferente con cada tema y en esta ocasión utiliza un contraste que va de un tono muy tranquilo donde la batería y la guitarra melódica dulce y casi sin distorsión, hacen la mayoría del trabajo. Para después, durante el coro, incorporar acordes que gracias a la ahora mayor y más notable distorsión suenan pesados.
La única constante en este tema es el sosiego de la voz, que en esta ocasión pone sobre la mesa una interrogante que ha acompañado a la humanidad durante siglos, el sentido de la vida. Esa pregunta que al parecer nunca tendrá respuesta porque como la letra lo dice, el sentido es diferente para cada persona, depende de cada persona. A veces uno despierta y piensa que será otro día como el de ayer, que no tiene caso realmente estar aquí si el destino está escrito y no podemos escapar de él, y a pesar de que esto suena bastante oscuro, en realidad debería ser una invitación a motivarnos y levantarnos para ser nosotros mismos quienes le demos ese valor y significado a la vida.
Morningless como siempre nos trae un tema excepcional, muy introspectivo que acompaña con su indiscutible talento musical, escucha "At The End Of The Day".